Otro año más llegamos al 1º de Mayo, día Internacional de la clase trabajadora, es decir, de todas aquellas personas que, cobremos salario o estemos desempleadas, no tenemos más que nuestras
manos y nuestro talento para trabajar. En esta señalada fecha, nos vemos obligados a hacer una denuncia por la miseria y la explotación a la que estamos sometidos los y las trabajadoras. Esta miseria y esta explotación tienen su base en el sistema capitalista, que aprieta y ahoga a la gran mayoría, permitiendo así que una pequeñísima minoría se enriquezca cada vez más y más.
En 2015 estamos observando cómo los cantos de sirena del PP engañan a cada vez menos gente, y que, la cara B del capitalismo, representada, hasta ahora en el PSOE, está igualmente desacreditada. Cada vez somos más los que estamos cansados de ver como cada día desahucian a familias, gente que tiene que vivir en la calle, cómo nuestros servicios públicos se ven afectados por los recortes, los derechos de las mujeres trabajadoras están siendo pisoteados, los y las jóvenes tienen que emigrar, la creciente tasa de paro del 25% -la más alta de Europa-, la precariedad laboral, y un sinfín de problemas más. Cada vez somos más los que rompemos el obstáculo de la manipulación mediática y nos damos cuenta de que este sistema no funciona, pero esto no es suficiente, la represión parece infranqueable.
Para hablar de esto hay un ejemplo reciente: el de los y las trabajadoras que CocaCola quería expulsar de sus puestos de trabajo. Frente a este atropello, el personal se puso en huelga y peleó, y ha peleado hasta conseguir una sentencia que obligue a CocaCola a readmitirles, a pesar de todas las trabas y jugarretas que la multinacional ha intentado en todos los ámbitos. Por eso, para hacer frente a la explotación y represión que ejercen, cada vez más brutal, lo único que nosotros podemos hacer es estar unidos/as y organizados/as, luchando por lo que es nuestro, por la dignidad que nos merecemos.
Es hora de que la clase trabajadora tome las calles, enarbolando la bandera de la solidaridad, porque sólo con organización entre nosotros/as, con conciencia para conocer nuestra realidad, y lucha por nuestros derechos, vamos a lograr darle la vuelta a esta situación y sentar las bases para construir un modelo más justo donde la riqueza se ponga al servicio de las necesidades sociales y no del beneficio privado.
¡La clase obrera unida jamás será vencida!
¡Sin nosotros no se mueve un sólo tornillo!
¡Viva el Primero de Mayo!